2 Corintios 2 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de 2 Corintios
Capitulos:

12345678910111213

1 - Esto he determinado en mí, no venir otra vez a vosotros con tristeza.

2 - Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel a quien yo contristare?

3 - Y esto mismo os escribí, para que cuando llegare no tenga tristeza de los que me debiera gozar; confiando en todos vosotros que mi gozo es [el] de todos vosotros.

4 - Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, sino para que conocieseis cuánta más caridad tengo para con vosotros.

5 - Que si alguno [me] contristó, no me contristó a mí, sino en parte, para no cargaros, a todos vosotros.

6 - Bástale al tal esta reprensión hecha por muchos;

7 - para que, al contrario, vosotros más bien lo perdonéis y consoléis, porque por ventura no sea el tal consumido con [demasiada] tristeza.

8 - Por lo cual os ruego que confirméis la caridad para con él.

9 - Porque también para este fin os escribí, para tener experiencia de vosotros si sois obedientes en todo.

10 - Y al que [vosotros] perdonareis, yo también: porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros [lo he hecho] en [la] persona de Cristo;

11 - para que no seamos engañados de Satanás, pues no ignoramos sus maquinaciones.

12 - Cuando vine a Troas por el Evangelio del Cristo, aunque me fue abierta puerta en el Señor,

13 - no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a Tito, mi hermano; y así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.

14 - Mas a Dios gracias; el cual hace que siempre triunfemos en el Cristo Jesús y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar.

15 - Porque por Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;

16 - a éstos ciertamente olor de muerte para muerte; y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién es suficiente?

17 - Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios, sino [que] con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos de Cristo.